Gabriel Katopodis & David Alvarez

Gabriel Katopodis & David Alvarez

martes, 29 de julio de 2014

Lealtad y Unidad Peronista: Acto en Homenaje a Evita en Asociaciòn 12 de octubre de Villa Bonich, 28 de Julio de 2014

Con la presencia del Intendente Gabriel Katopodis, del conductor de la Agrupaciòn David Alvarez, concejales nancy Cappeloni y Adolfo Silva y numerosos ediles de distritos vecinos se homenajeo a la inolvidable "Abanderada de los Humildes"

domingo, 27 de julio de 2014

Misa en recuerdo a la "Abanderada de los Trabajadores"

Hermosa tarde-noche en la Parroquia de la Inmaculada Concepciòn de Josè León Suárez con la presencia de muchos compañeros y vecinos, en la Misa en recuerdo de la "Abanderada de los Humildes" la inolvidable compañera Evita. El Padre Jorge en una brillante homilía la recordó como una mujer profundamente cristiana y citó esta frase escrita en "La Razón de mi vida": "casi nunca lo molesto a Dios pidiéndole que me recuerde, y nunca reclamo nada para mí. Pero lo quiero a Cristo mucho más de lo que Ud. cree: yo lo quiero en los descamisados. ¿Acaso no dijo Él que estaría en los pobres, en los enfermos, en los que tuviesen hambre y en los que tuviesen sed? Yo no creo que Dios necesite que lo tengamos siempre en los labios. Perón me ha enseñado que más vale llevarlo en el corazón. Yo soy cristiana por ser católica, practico mi religión como puedo y creo firmemente que el primer mandamiento es el del amor. El mismo Cristo dijo que... "nadie ama más que el que da la vida por sus amigos". Si alguna vez lo molesto a Dios con algún pedido mío es para eso: para que me ayude a dar la vida por mis descamisados".

Katopodis recorrió las obras que el Municipio realiza en Villa Hidalgo

En el marco del Plan de Pavimentación de Calles de Tierra, el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, recorrió las obras que el Municipio realiza en Villa Hidalgo, a fin de mejorar el tránsito vehicular en un barrio postergado.

Al respecto, el Jefe Comunal afirmó: “San Martín tiene, todavía, una cantidad importante de calles de tierra que tenemos que ir recuperando. Hemos logrado pavimentar 150 y estamos yendo por lo que falta, barrio por barrio, mejorando todos los accesos y las calles”.

Y agregó: “Es un plan ambicioso que va a permitir que los vecinos mejoren su calidad de vida, el acceso de los autos, ambulancias y patrulleros, e integrar la vida social del barrio de una manera mucho más potente”.

En ese sentido, el Municipio trabaja en Medrano entre Madero e Italia, y ya pavimentó las calles Madero, entre Beltrán y Juan Manuel de Rosas, y De la Carcova, entre Madero y Charlone, todas en Villa Hidalgo.

Asimismo, realizó trabajos en La Carcova, en siete cuadras de la calle 1° de Mayo, que van desde Carcova hasta Costanera, y continúa con obras en zonas linderas como Barrio 13 de Julio (4 cuadras), Barrio Nuevo (2 cuadras), Barrio Independencia (2 cuadras), Barrio 8 de Mayo (3 cuadras) y Barrio 9 de Julio (5 cuadras).

Hasta el momento, el Municipio pavimentó más de 150 calles de tierra en diferentes barrios como Villa Hidalgo, Barrio Nuevo, Costa Esperanza, 8 de Mayo, Villa Zapiola, Villa Maipú, Villa Bonich, Billinghurst, Barrio Libertador, Barrio Parque Sur Horeis, Villa Lanzone, Loma Hermosa, La Rana, Barrio Martín Fierro y Barrio Cooperativa 10 de Diciembre. 

Esta iniciativa forma parte del Plan de Urbanización de Barrios que incluye pavimento, luminarias, agua potable, la puesta en valor de espacios públicos, la refacción de centros de atención primaria de la salud y la creación de equipamientos comunitarios destinados a la contención de jóvenes y niños.

Reunión con Dirigentes distritales

El viernes 25/6 en la secretaria de Gestión y Relaciones Institucionales, de la municipalidad de San Martín, un equipo de concejales qué integran la CONAPO corriente nacional y popular en el Frente Renovador, fueron parte de una reunión informal, para consolidar un espacio con fuerte mirada política y social, con arraigo plural y progresista. Fueron de la partida el secretario de Gestión y Relaciones Institucionales, David Alvarez, los concejales Federico Guibau (Lujan), Hernan Ferrari (Navarro), Carmelo Malowski (Gral. Rodríguez), Cristian Garcia (José C. Paz), Pepe Albornoz (Escobar), Daniel Nuñez (Tigre) y Gustavo Segovia (integrante de la mesa provincial de la CONAPO en materia focalizada en derechos humanos), por diversos inconvenientes de agenda laboral, no pudieron asistir los concejales Nito Bertinat (Hurlingham), Jorge Coubet (Tigre), Marcelo Musso (Lujan), Carlos Acuña (Ituzaningo), y los integrantes de la mesa provincial de la CONAPO, Rodolfo Fucks (Hurlingham), Paco Fernández de Rosa (Escobar). Después de terminada la reunión, fueron recibido por el intendente Gabriela Katopodis, en dónde analizaron la coyuntura nacional, provincial y municipal en víspera al 2015 y la impronta social emergente. La próxima reunión se realizará en Pilar, día y horario a determinar.

sábado, 26 de julio de 2014

Eva Perón (1919-1952)

Evita Perón nació en el año 1919 en un pequeño pueblo bonaerense denominado Los Toldos Hija de Juana Ibarguren Núñez y de su pareja Juan Duarte, quien nunca legitimó la relación. Juan Duarte, hacendado y concubino de Juana Ibarguren, muere en 1925 dejando a ésta y a sus cinco pequeños hijos -la menor Evita-en el desamparo más absoluto. No obstante ello, Juana con su máquina de coser, trabajando día y noche y guardando la dignidad, logra mantenerlos y educarlos. Evita comienza a manifestar su vocación artística y viaja a Buenos Aires, la gran ciudad cosmopolita, en donde se instala a partir de l934.Trabaja asiduamente en la radio e interviene en algunas películas.
Evita siempre soñó y logró dañar los intereses privilegiados y beneficiar a los más humildes. Pero nunca hizo "clasismo", ni al estilo demócrata cristiano ni al modo marxista. Ella fue simplemente peronista. A los “descamisados” se refiere Evita en su libro más divulgado “La razón de mi vida”. Si bien no fue la redactora directa, se sabe que la obra fue escrita por el periodista español Manuel Penella de Silva, luego de infinitos encuentros en los que ella seguía letra por letra la evolución de su autobiografía...A medida que el periodista iba leyéndole el manuscrito, Evita asentía emocionada: “Así fue, así mismo ocurrió”, repetía entre lágrimas. Poco antes de morir le dijo “Gracias por el libro, es el hijo que no tuve”

El pensamiento más extenso de Evita se encuentra en su obra póstuma y poco divulgada “Mi mensaje”. Sus páginas fueron dictadas al sindicalista Juan Jiménez Domínguez, fundador de la Unión de Docentes Argentinos. Según el historiador Fermín Chávez “Mi mensaje” fue dictado entre los meses de marzo y junio de 1952, cuando apenabas pesaba 38 kilos, es decir en los últimos meses de su vida, ya que murió el 26 de julio de 1952.
Estaba convencida que el proyecto político de su esposo, el general Perón, de una "Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana" era posible y por su instauración luchó hasta el fin. Su mítica “Fundación Eva Perón” llegó no solo a los confines de los necesitados del país sino tambien a algunos países necesitados como la España destruida de la década de 1940-1950.
Fue Evita quien con voluntad y esfuerzo logró la aprobación del voto femenino, apasionadamente enamorada de su esposo, volcada hacia los más desprotegidos y amante de su patria. La quisieron convertir en Vicepresidenta por iniciativa de la Confederación General del Trabajo: se realizó el cabildo abierto del justicialismo, en un palco levantado en la avenida 9 de julio, frente al ministerio de Obras Públicas, para proclamar la formula Perón-Eva Perón por el periodo 1952-1958. Evita no aceptó en principio y rogó que no la obligaran a hacer lo que no queria hacer. Luego de una larga charla con la multitud Evita dijo: "como dijo el general perón, yo haré lo que diga el pueblo". 31 de agosto: En la noche y por la cadena de radiodifusión el país conoció oficialmente la respuesta de Evita. Comunicó su "decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor....". "y que esa resolución surgía de lo mas intimo de su conciencia".
Párrafos de 'MI MENSAJE': “Muchas veces, sobre todo en los años de la revolución, oía como los altos jefes militares trataban de disuadir al Coronel de su amor por el pueblo. Ellos no concebían que un oficial superior pudiese entregarse así a "la chusma". Al principio creían que el Coronel hacia demagogia para conquistar el poder. Fue entonces cuando, envidiosos del éxito de Perón, le hicieron la primera revolución, le exigieron su renuncia y lo encarcelaron en Martín García. Pero felizmente el pueblo ya lo había conocido a Perón, y ya no veía en él al jefe militar con vocación de dictador; sino al compañero cuyo corazón había sentido el dolor de nuestra raza. Y el pueblo se lanzó a la calle dispuesto a todo. Los jefes militares de la reacción huyeron asustados y la oligarquía se escondió con ellos. Fue el 17 de octubre de 1945. Después, las cosas cambiaron. El Coronel, ya Presidente, siguió fiel a sus descamisados. Ya no podía ser que fuese demagogo, como decían. Era cierto entonces aquello de que Perón, un jefe militar; concedía importancia fundamental a los trabajadores de su pueblo. Y a medida que los trabajadores se organizaban constituyendo la más poderosa fuerza del país, la oligarquía infiltrada también en las fuerzas armadas preparaba la reacción. Ellos, cobardes como todos los traidores, nunca lo atacaron de frente, lo atacaron por mí... ¡Yo fui el gran pretexto! Cumplí mi tarea gozosa y feliz, parando los golpes que iban dirigidos a Perón. Sin embargo los que no me querían a mí, siempre terminaron por alejarse de Perón. De alguna manera se fueron... ¡Y muchos lo traicionaron! La verdad, la auténtica y pura verdad, es que la gran mayoría de los que no quisieron a Perón por mi, tampoco lo quieren sin mi.
En cambio el pueblo, los descamisados, los obreros, las mujeres, que me quieren a mí más de lo que merezco, son fanáticos de Perón hasta la muerte. En el pueblo reside la fuerza de Perón, no en el ejército. Solamente el pueblo lo quiere a Perón con fanatismo y sinceridad. Porque Perón al "entregarse" a la voluntad del pueblo, luchando y trabajando por la felicidad de los humildes y en contra de la prepotencia y de la confabulación de todos los privilegios con todas las fuerzas de la antipatria.
¡Este es el gran delito de Perón! El gran delito que yo bendigo desde el fondo de mi corazón descamisado. En mí, no tiene importancia ni tiene valor todo lo que yo siento de amor y de cariño por mi pueblo, porque yo vine del pueblo, yo sufrí con el pueblo.
En cambio, el amor de Perón por los descamisados vale infinitamente más, porque dada su condición de coronel, el camino más fácil de su vida era el de la oligarquía y sus privilegios. En cambio se decidió por el pueblo, contra toda probabilidad, venciendo las resistencias de muchos compañeros y abrazó nuestra causa definitivamente. ¡Cometió el gran delito!
Eva Perón”
En su libro "Del poder al exilio. Cómo y quiénes me derrocaron", Juan Domingo Perón contó su historia de amor con Evita. "Eva entró en mi vida como el destino. Fue un trágico terremoto que sacudió la provincia de San Juan, en la cordillera, y destruyó casi enteramente la ciudad, el que me hizo encontrar mi mujer. En aquella época yo era ministro de Trabajo y Asistencia Social. La tragedia de San Juan era una calamidad nacional (...). Para socorrer a la población movilicé al país entero; llamé a hombres y mujeres a fin de que todos tendiesen la mano a aquella pobre gente de aquella provincia remota (...). Entre los tantos que en aquellos días pasaron por mi despacho, había una joven dama de aspecto frágil, pero de voz resuelta, con los cabellos rubios y largos cayéndoles a la espalda, los ojos encendidos como por la fiebre. Dijo llamarse Eva Duarte, ser una actriz de teatro y de la radio y querer concurrir, a toda costa, a la obra de socorro para la infeliz población de San Juan". Yo la miraba y sentía que sus palabras me conquistaban; estaba casi subyugado por el calor de su voz y de su mirada. Eva estaba pálida pero mientras hablaba su rostro se encendía. Tenía las manos escuálidas y los dedos ahuesados; era un manojo de nervios. Discutimos largo rato. Era la época en que en mí se abría camino la idea de dar vida a un movimiento político que transformase radicalmente la vida de la Argentina" "Vi en Eva una mujer excepcional, una auténtica ''pasionaria'' animada de una voluntad y de una fe que se podía parangonar con la de los primeros creyentes. Al principio, aquella frágil mujer rubia no hizo hablar de ella. Me seguía como una sombra, me escuchaba atentamente, asimilaba mis ideas, las elaboraba en su cerebro férvido e infatigable y seguía mis directivas con una precisión excepcional. En dos o tres meses, Eva Duarte había sido capaz de transformarse en una colaboradora indispensable. Nos casamos en el otoño de 1945 en la iglesia de San Francisco en La Plata". "Trabajábamos día y noche; con frecuencia, durante semanas no nos veíamos y cada encuentro desde el punto de vista sentimental, era una novedad, una sorpresa. El 4 de junio de 1946 fui nombrado Presidente. Los primeros seis meses fueron los únicos que pasamos tranquilos, en una casa verdaderamente nuestra. Habitábamos en la calle Teodoro García, en la casa de Evita, pequeña, aislada, hecha a propósito para pasar una luna de miel que nos habíamos visto obligados a aplazar". "Los primeros síntomas de su enfermedad se manifestaron hacia fines de 1949. El primero de mayo de 1952 habló por última vez en público desde un balcón de la Casa Rosada. Le costó gran fatiga, tanto que al terminar el discurso se desvaneció entre mis brazos. El día antes de morir me mandó llamar y quiso permanecer sola conmigo, su voz era apenas un susurro...''No abandones a la gente pobre...Es la única que sabe ser fiel'' Durante la noche, Evita tuvo un colapso y entró en coma. Antes de expirar, Eva me había recomendado no dejarla enterrar; quería ser embalsamada". "De ella me quedan una fotografía, su carnet cívico y la última carta que me mandó el 4 de junio de 1952. Las pocas palabras que escribió son casi ilegibles, la escritura es irregular, incierta y fatigada. Se parece a su respiración, como la sentí aquella mañana inolvidable, pocos instantes antes de morir."
Murió en Buenos Aires el 26 de julio de 1952. La república se oscureció bajo un luto sofocante; el dolor de las grandes masas se mezclo con el servilismo de los eternos adulones. José Espejo, secretario de la CGT propuso cuando el pobre cadáver embalsamado ya pedía reposo, velarla por turno en todas las capitales de provincia. Perón ordenó sepultarla. Eva tuvo paz por fin…
La Escritora María Elena Walsh (para nada sospechosa de peronismo) la recordó en su poesía “Eva” así…
Calle Florida, túnel de flores podridas
Y el pobrerío se queda sin madre
Llorando entre faroles sin crespones
Llorando en cueros para siempre solos
La cola interminable para verla
Y los que maldecían por sí acaso
No vayan esos cabecitas negras
A bienaventurar a una cualquiera
El siglo nunca vio muerte más muerte
Y el amor y el dolor que eran de veras
Lagrimas enjuagadas con harapos
Madrecita de los desamparados
Se pinto la república de negro
Mientras te maquillaban y enlodaban
En los altares populares santa
Hiena de hielo para los gorilas
Pero eso sí, sola en la muerte
Y el pueblo que lloraba para siempre
Sin prever tu atroz peregrinaje
Quizás un día nos juntemos
Para invocar tu insólito coraje
Cuando juntas las reas y las monjas
Y huyas de las estampas y el ultraje
Empezaremos a saber quien fuiste
Unica reina que tuvimos, loca
Que arrebato el poder a los soldados
Flores podridas para cleopatra
Y los grasitas con el corazón rajado
Rajado en serio. Huérfanos. Silencio
Y Antonio Tormo calla “amémonos”
Silencio que hasta el tango se murió
Orden de arriba y lagrimas de abajo
En plena juventud no somos nada
No somos nada mas que un castigo
No descanses en paz, alza los brazos
Para juntarte a las mujeres, con tu bandera redentora
No sé quien fuiste, pero te jugaste
Metiste a las mujeres en la historia
De prepo, arrebatando los micrófonos
Repartiendo venganzas y limosnas
Bruta como un diamante en un chiquero
Quién va a tirarte la ultima piedra?
Tener agallas como vos tuviste
Fanática, leal, desenfrenada
Pero la única que se dio el lujo
De coronarse por los sumergidos
Agallas para defender a muerte
Agallas para hacer de nuevo el mundo
Tener agallas para gritar basta
Aunque nos amordacen con cañones

martes, 22 de julio de 2014

"Evita trabajó hasta el último día de su vida, era una luz"

Nélida De Miguel fue una de las empleadas estatales más cercanas y leales a Eva Perón. Hoy, a sus 92 años, recuerda las enseñanzas de la abanderada de los humildes, su esfuerzo y su dedicación, y pide que sea recordada "imitando lo que ella hizo, con mucho amor, porque ella fue todo amor".

Nélida Domínguez de Miguel tiene 92 años, pero la bravura de su voz está intacta, como si todavía fuese esa joven veinteañera que se animaba a desafiar al propio Ramón Carrillo, secretario de Salud Pública y uno de los hombres más leales a Juan Domingo Perón de los que se tenga memoria. Fue gracias a Carrillo que, en 1946, empezó a trabajar junto a la mujer que admiró y admira, y por la que aun hoy se emociona cada vez que la nombra: María Eva Duarte de Perón.

En qué circunstancia conoció a Evita?
La conocí, sin hablar con ella, cuando fue la colecta del terremoto de San Juan, en 1944. Fuimos mandadas por el secretario de Salud Pública, el doctor Ramón Carrillo, para juntar fondos. Cada secretario había mandado a su gente para recaudar. Y ahí, en la Plaza de Mayo, estaba María Eva Duarte con un grupo de artistas, entre ellas Pierina de Alessi y Juanita Larrauri. Ahí la conocí pero no hablé con ella. Era la nueva actriz de novelas de radio, que eran muy buenas.
Yo lo seguí a Perón desde muy chica. Cuando él era todavía Coronel, desde los balcones de la secretaría de Trabajo arengaba al pueblo, y mi papá, que era socialista, me llevaba para que lo escuche. A ella nunca la vimos ahí. Se movilizaba pero no tenía el lugar que tendría después.
El 17 estuve en la plaza, pero tampoco la ví, porque eso era tan bullicioso... En esa época la mujer no se movía, y yo me había sumado a una columna de empleados del gas que venía por la calle Entre Ríos. Había pedido en casa que me cuidaran a la nena, me calcé una bandera. No sabía a dónde iba, pero yo me fui con ellos a la Plaza de Mayo. No conocía a nadie, no había mujeres, nada. Pero a mí me gustaba, me gustaba estar cerca de Perón. Él llegó, tarde, y después me volví caminando a mi casa, sola.

¿Y cuándo empezó a trabajar con ella?
El 24 de febrero del 46, cuando fueron las elecciones, yo trabajaba en el Instituto Malbrán, y me preparaba y aprendía en un club a escribir a máquina y en la Pitman hacía un curso de dactilografía y taquigrafía. En el Malbrán, con 20 y pico de años, yo ya era jefe. Había 460 empleados. Era un mundo aparte.
Un día, me manda a llamar el director y me dice que me saca de la jefatura de personal y me dice que voy a ir a trabajar a administración. No fui y le dije: “Deme el conmutador”.
Yo quería estar cerca de la gente, tratar con la gente. Y yo pensaba: “De ser jefe pasé a ser una subalterna”. Un día llegué a mi casa y llamé a una amiga, secretaria del doctor Carrillo y le comenté esto. Mi amiga le contó a Carrillo y él le pidió verme. Le dije: “Yo le voy a decir algo que no le va a gustar: esta es la primera injusticia del peronismo”. Es que yo había pasado de jefa a administrativa. “¡No diga eso!”, me retó, y me hizo llevar a Perú 160. Y ahí estaba ella: la única, la grande, la que amo. Ahí estaba Evita, atendiendo al público, y yo la miraba, cómo resolvía las cosas, con el amor que lo hacía . Cuando me tocó a mí me acerco y me dice: “Señora, no me diga nada, lo sé todo. Usted se queda a trabajar conmigo”. En ese momento tuve la sensación de que Dios me estaba encaminando. Me mandó a trabajar a la Ayuda Médica Integral que se llamaba María Eva Duarte de Perón. Ese organismo, que había formado Carrillo, vino mucho antes que la fundación.

¿Qué trabajo hacía allí?
Nuestro trabajo era escuchar los problemas de la gente, anotarlos en un papelito con los datos de la persona y llevárselos a ella. Después íbamos a la casa con la solución. Se llamaba “células mínimas”.
Con el tiempo la AMI se fue agrandando, pasamos a tener incluso una salita ahí mismo, y la gente prefería eso que el hospital porque era “de Evita”. Terminábamos de trabajar muy tarde, como a las 2 o 3 de la mañana. Perón la llamaba para que al menos fuera a comer con él a veces. Era una organización impresionante. Todo aprobado por ella, claro. No va a haber otra igual.

¿Compartió con ella otros espacios?
Claro, después de eso empezó a tomar importancia el partido, y se empezó a trabajar para la sanción de la ley 13.010 (de voto femenino). El día de la aprobación, el 23 de septiembre de 1947, estuve acompañándola desde el palco. Ella tenía fiebre pero se quedó hasta que terminó todo. Se quedó ahí estoicamente hasta que se sancionó. Ver en la calle, abajo, a las mujeres de overol al grito de “Evita”, fue emocionante.Se emociona cada vez que nombra a Evita.Después seguí trabajando en la AMI, llevando enfermos de acá para allá sin preguntarles si estaban afiliados o no. Ella le tendía la mano, no le rpeguntaba quién era ni de dónde venía. Un día me manda a llamar y me dice: “De Miguel, usted trabaja mucho acá”. “Claro, me gusta lo que hago, lo que aprendo”, le respondí. Y ahí me dijo: “La voy a mandar a La Rioja”. Yo me iba a ir a Chapadmalal con mi familia, y cuando se lo dije me respondió: “Pero De Miguel, La Rioja es igual que Chapadmalal”. Me fui en el año 1949.
¿Qué le pidió que hiciera allá?
Hicimos la campaña del 51, que ganamos de punta a punta. Hasta las fiscales votaron al peronismo. Ahí me empezaron a pedir que ayudara a afiliar gente, pero no me gustaba. Me gustaba hablar, hacerles entender que había un nuevo despertar, un nuevo camino, algo que nos daba Perón, que teníamos que fortalecerlo. Pero no afiliar. El día de carnaval llamé por teléfono a Bs. As. para avisar que me vuelvo. Dije: “Yo trabajo mucho pero me cuesta entender esto”. Era la política. Yo quería trabajar mano a mano. Y ahí agarró ella el teléfono. Para qué... “Hola, De Miguel, ¿cómo le está yendo?”, me preguntó. Y fue la única vez que le mentí. “Todo perfecto, señora. Me voy a Chilecito a poner una Unidad Básica”, le contesté. Yo me quería volver porque no entendía, pero ahí la comprendí.
¿Y se quedó?
Después me mandó a Tucumán, a los cañaverales, y ahí sí viví la política en crudo. Entonces entendí todo, me hice más pícara que nunca. Fue poco antes de su fallecimiento, en el 52. Ahí no había caminos, no había rutas, nada. Había que patear y patear, y dormir en camas calientes donde levantaban al borracho en un hotelucho y nos acostaban a nosotras. Lo que yo hice lo hicieron todas, de alguna u otra forma. Lo hacíamos con mucha disciplina y siempre pensando en ella. Porque cuando nos hablaba nos inyectaba de esfuerzo (llora) y siempre decía: “Trabajar, trabajar, trabajar”.
¿Y estaba en Tucumán el día de su muerte? ¿Cómo vivió ese día?
Ella trabajó, trabajó, trabajó, siempre por nosostros, hasta el final. Y se murió por nosotros. Por no atenderse, porque los médicos no le gustaban. Nunca preguntamos qué tenía. Era tal el respeto que no preguntamos. Pero cuando nos quedábamos a acompañarla, ay, cómo hablaba... Daba indicaciones desde la cama, era un luz, sabía todo lo que hacíamos. Sabía todo de cada una de nosotras.
Cuando se murió fue muy triste. Yo estaba en Buenos Aires, en la Secretaría de Trabajo, donde el pueblo aportaba para el monumento. Ella me había designado para eso. Yo estaba con Juanita Larrauri y le dije que en la radio estaban diciendo que la señora no estaba bien, que nos vayamos. Cuando se anuncia el deceso de Evita, estábamos agarradas a la verja de la calle Agüero 2502 para ver si era verdad o si era mentira. Nos quedamos ahí hasta las 5 de la mañana.
Cuando la velaron, nos dieron el privilegio de limpiar el vidrio donde estaba ella con un algodón. Hasta que la trasladaron al Congreso y del Congreso a la CGT, donde estaba todo dispuesto como un laboratorio donde la embalsamaron. Ese día tuve como un desprendimiento, sentí que se me fue el alma. Y me juramenté, como ella decía, levantar su nombre y llevarlo como bandera a la victoria. Señora, descanse en paz, porque yo cumplí con lo que usted pide.
Luego de la muerte de Evita, Nélida fue dos veces diputada nacional. La primera, en 1955, por unos pocos meses, ya que en septiembre de ese año un golpe de Estado derrocó a Perón y proscribió al movimiento durante, al principio, siete años. Durante ese tiempo, se infiltraba en las huelgas para darle jugo a los trabajadores, que se encadebaban. “Me encantaba, porque lo hacía en nombre de ella, siempre”, cuenta.
El 18 de marzo de 1962, de la mano de la fórmula Framini-Anglada, el peronismo volvió a ganar una elección, de manera abrumadora, con el nombre de Unión Popular. De Miguel fue la única mujer por la Capital que volvió a ser elegida. Pero el golpe de Estado del 29 de marzo, que proclamó presidente a José María Guido, anuló el Congreso. Sin embargo, ella se las ingenió para sentarse en su banca de todos modos. “El pueblo, por la calle Rivadavia, pedía a Perón y Evita. Era como que volvíamos al gobierno. Y me encontré en el tumulto a una amiga que estaba embarazada y con una venda en la pierna. Entonces le dije que hiciera como si se desmayara, y yo empecé a los gritos a pedir que nos dejaran pasar para salir del tumulto. Abrieron el Congreso y me senté en la misma banca que me habían usurpado. Siete años atrás, los que no pensaban como yo me habían arrebatado eso”.
Después de toda una vida ligada al peronismo, ¿cuál cree que es la mejor manera de recordar a Evita?
Imitando lo que hacía ella, dando amor. Ella era todo amor. Que no inventen nada. No me gusta la comparación que se hace con Cristina. Yo la respeto porque es la presidenta elegida por el pueblo, pero Evita fue única. Y quiero decir algo que capaz haga enojar a algunos: Perón la quería, pero ella lo amaba. Ella nos decía: “Chicas, cuiden a Perón, porque Perón los cuida a todos ustedes”.

lunes, 21 de julio de 2014

Massa dio una nueva señal: "La sociedad me empuja a tener mayores responsabilidades"

En una entrevista publicada hoy por el diario La Voz, Massa consideró que "no se puede seguir gobernando mirando el espejo retrovisor. Hay que gobernar mirando el futuro. Los valores centrales de la nueva Argentina deben ser la educación, la salud, seguridad y la justicia".
De cara al futuro, el referente opositor descartó por completo una alianza con Daniel Scioli: "De ningún modo. Scioli es kirchnerista, al igual que Randazzo".
La postura fue similar cuando analizó la figura de Mauricio Macri, al que consideró "el candidato de la derecha" argentina. De todos modos, aunque dejó en claro sus diferencias con el jefe de gobierno porteño, se mostró abierto al diálogo: "En la medida que tengamos vocación de defender las mismas cosas, no tendría problemas. Pero para nosotros el sistema de jubilación debe ser público y no se puede volver a las AFJP, como propone el PRO. Nosotros defendemos a una aerolínea de bandera estatal y el partido de Macri propone privatizar Aerolíneas Argentinas. Nosotros entendemos que la inclusión jubilatoria no es regalar jubilaciones, como en su momento planteó el PRO. Esas jubilaciones son muy importantes para luchar contra la pobreza entre los adultos mayores".
Con el que hubo conversaciones sobre la posibilidad de competir dentro del mismo espacio fue con De la Sota: "Hay una relación muy buena, el día de mañana veremos si competimos, si vamos a las PASO o no", señaló el gobernador.
El líder del Frente Renovador apuntó además contra el Partido Justicialista: "El PJ por sí solo ya no tiene representación para ser el motor de cambio cultural y social que necesita el país. Hoy es un tiempo en el cual radicales, peronistas y vecinalistas tenemos que pararnos y dejar de discutir la historia de la Argentina".
Massa también hizo referencia a los fondos buitres y a la posibilidad de quedar en cesación de pagos: "Sería un retroceso y una vuelta al pasado que Argentina entre en default. En la medida que no haya profesionalismo y seriedad en la negociación, todo se puede complicar. Es una cuestión sensible negociar luego de un fallo judicial desfavorable. Corremos riesgos si no abandonamos los discursos fáciles, que pueden entorpecemos la negociación".
Sobre el final del gobierno de Cristina Kirchner, el diputado nacional argumentó que "todos tenemos que colaborar para que termine lo mejor posible" ya que "eso significará que le irá mejor a la gente en los 500 días que faltan para el cambio en el país".

viernes, 18 de julio de 2014

Plenario de la Agrupación "Lealtad y Unidad Peronista"

La Agrupación "Lealtad y Unidad Peronista" realizó ayer en la Asociación "12 de Octubre" su primer Plenario. Al mismo asistió una numerosa concurrencia y contó con la Adhesión de la "Conapo" de Gral San Martín. El conductor de la Agrupación, compañero David Alvarez destacó el respaldo irrestricto a los compañeros Sergio Massa y Gabriel Katopodis; señalando que el Frente Renovador no viene a destruir lo bueno que se hizo en los últimos años ni tampoco a quedarnos exclusivamente con el gobierno, sino a transformar la Argentina desde lo público, con un Estado más fuerte y más integral, para que realmente vivamos en un territorio más justo y con más oportunidades.













martes, 15 de julio de 2014

Gabriel Katopodis en el día de la Independencia


Alberto González Arzac (qepd)

Por José Luis Muñoz Azpiri (h)

“¡Qué amigo de sus amigos!
¡Qué señor para criados
Y parientes!
¡Qué enemigo de enemigos!
¡Qué Maestre de esforzados
Y valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracias para donosos!
¡Qué razón!
¡Cuán benigno a los sujetos,
Y a los bravos y dañosos
Un león!

“Los libros de Alberto González Arzac son una fiesta para el espíritu y para la inteligencia: resultan de una trayectoria política intachable; de una defensa permanente de los intereses nacionales y populares; del análisis riguroso de temas fundamentales; y se concretan en lúcidos trabajos de doctrina e investigación, expresados en muy buena prosa. Por eso no solo ilustran, sino que da gusto leerlos y además no envejecen. (…) Resulta notorio el contraste con las decenas de libros de chismes políticos que se publican, cuyo nivel de abstracción más alto es la anécdota. Alberto González Arzac está en la línea y la estirpe de los juristas e historiadores argentinos ilustres, defensores de las conquistas y las instituciones inherentes a una Nación libre, justa y soberana, como Arturo Sampay, Pedro Ramella, Diego Luis Molinari y José María Rosa. este libro es una prueba más” escribió no hace mucho Alfredo Eric Calcagno al referirse a “Constitución y factores de poder”, uno de los últimos libros de la prolífica y fecunda obra intelectual de nuestro Alberto.
Conocí a Alberto González Arzac a mediados de la década de los ochenta cuando de a poco nos reponíamos del desastre del Malvinas y de la primera derrota electoral del Peronismo. Eran tiempos de febril actividad política signada por un marco internacional adverso y por la agitación interna que produjo el juzgamiento de las Juntas militares de la última dictadura. En 1983 habíamos fundado el “Centro de Estudios Políticos” presidido por un gran amigo: Fermín Chávez y solíamos reunirnos en los tradicionales “pucheros” del legendario “Círculo del Plata” que dirigía su fundador, don Marcelo Sánchez Sorondo. Todo el Parnaso político disertó en la casona de la calle Bolívar 887, con la más absoluta libertad, aún representado expresiones políticas no muy afines con las que compartía la mayoría de los asistentes. Alberto fue siempre, cuando asistía, una de la figuras descollantes.
Jurista e historiador, había nacido en la ciudad de Mar del Plata el 27 de enero de 1937 dado que su padre fue un alto oficial de la Marina de Guerra. Nació y creció en la plaza pública, al decir de Avellaneda, como aquellos hijos de Amílcar o de Asdrúbal “que nacían en los campamentos de la travesía sobre los escudos de armas de Cartago” Su vocación fue la vida pública.
Hizo sus estudios primarios en el barrio de Núñez de Buenos Aires y continuó cursando en el Colegio Nacional y en la Universidad de La Plata, para recibirse de Doctor de Ciencias Jurídicas y Sociales de La Plata. en la década de 1950 militó en la juventud radical platense y, en la década siguiente, trasbordó al peronismo. González Arzac fue uno de los pocos ejemplos de los que se hicieron justicialista “en las malas”, no como algunos patéticos ejemplos que hemos visto en los últimos tiempos. En 1956 tuvo que ver lo la creación del gremio de Empleados Judiciales; realizó cursos de especialización y escribió sus primeros trabajos jurídicos y sociales. En 1962 el Consejo Federal de Inversiones le editó un libro sobre la Zona Latinoamericana de Libre Comercio. Por esa época comenzó su reivindicación de la Constitución de 1949, con textos en revistas como Todo es Historia y Polémica. Uno de sus últimos aportes a dicho tema apareció en Desmemoria ( enero-abril 2000), titulado “Los Figuerola y la Constitución”. Entre sus libros se destacan: La Constitución de 1949 (1971); La esclavitud en la Argentina (1973); Lineamientos Regionales del Plan Trienal (1973); El papelón de Manuel Quintana (1974); Sampay y la constitución del futuro (1982); La torta Menguante (1982); Federalismo y Justicialismo (1984); Caudillos y Constituciones (1994); Pablo Ramella, un jurista en el Parlamento (1999); De Angelis y las Malvinas (2008); El pensamiento filosófico de Pedro de Angelis (2008); El pensamiento constitucional de San Martín (2008); La época de Rosas (2012) Constitución y factores de poder (2012) y otros.  Ocupó funcionas tales como Secretario General de la Gobernación de Buenos Aires (1962-63), Asimismo del Consejo federal de Inversiones (1973-1976), e Inspector General de Justicia de la Nación (1989-90). En 1990 denunció airadamente las privatizaciones de Entel y Aerolíneas Argentinas y renunció a su cargo: Tuvo cátedras en las Universidades de Buenos Aires, de Lomas de Zamora y en la John F. Kennedy.
Una faceta menos conocida fue su actuación como ARGA, seudónimo humorístico y caricaturesco que Alberto Ricardo González Arzac usó para realizar dibujos y tiras cómicas en la prensa militante desde más de medio siglo atrás dado que había estudiado dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Las bellas artes también fueron objeto de sus inclinaciones, caracterizadas por el cultivo de las manifestaciones artísticas en todas sus expresiones. Prueba de ello, su magnífica creación coral de la “Cantata Sudamericana” que recorrió el país y parte de Hispanoamérica. Esas mismas iniciales utilizó en colaboraciones humorísticas de la revista “Quehacer Nacional”, dirigida por Arturo Peña Lillo, en la década del 80; allí incursionó en la sátira a través de “cartas abiertas” que cuestionaron duramente al último proceso militar. Otro tanto realizó en su libro “La torta Menguante”, en tiras económicas del diario “La Voz”, artículos en la revista “Línea” y otros de su actuación periodístico. Con el seudónimo ARGA fue publicando sendos trabajos sobre la caricatura en la época de Rivadavia y de Rosas y un “Manual sobre Zoología Presidencial. Durante todo el año 2006, recordando el bicentenario de la Reconquista, la revista ABC publicó “Aventuras de corsarios en Buenos Aires” y en el 2011, “Historieta de los golpes de Estado”.
Una de sus últimas iniciativas fue la realización de las jornadas “Aportes del Revisionismo a la Historia Nacional” realizada en los meses de julio y agosto del año pasado en la Biblioteca Nacional. En las mismas, lamentablemente, no pudo participar dado que ya su salud había entrado en declive. Llegado el momento de la vida en el cual podía acogerse a los beneficios de la tranquilidad y las afabilidades del retiro, no trepidó en aceptar el desafío de representar al Estado como Síndico ante Papel Prensa y asumir como Presidente del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Juan Manuel de Rosas” dependiente del actual Ministerio de Cultura de la Nación.
“Era siempre impetuoso y había aprendido además a contenerse. Creía en las fuerzas populares y respetaba los grandes intereses sociales. Era audaz ante el peligro como en los días primeros de su juventud pero sabía agregar a la audacia la firmeza en los mismos propósitos” dijo el presidente Avellaneda en las exequias de Adolfo Alsina. Así de consecuente fue este militante, consciente que estas nuevas responsabilidades significaban - tanto en el plano físico como en el simbólico - una inmolación.  González Arzac fue siempre un político. Hoy “los políticos” no están de moda, tal vez por su mediocridad; pero no exageremos, despreciando al rudo jardinero que remueve abajo para que florezca arriba. Alberto González Arzac tuvo la ventaja de estudiar primero en la vida que en los libros. Es peligroso concluir la formación mental antes de vivir, en vez de un hombre resulta un sonámbulo de biblioteca.
Tal vez fincó su eficacia en estar en constante evolución, desprovisto de sistemas, pero siempre encuadrado en el campo nacional. Así, libre de ataduras, se entregó a su gran instinto, sin tomar  a la realidad del país como conejo de experimentación de sus ideologías. Enardecía a sus auditorios con sus nobles pasiones, pero sabía y podía contenerlas.
El mismo día de su deceso fuimos sorprendidos  con el nombramiento estrambótico de un funcionario a quien - si bien no ponemos en duda sus méritos académicos - por trayectoria política y por definición ideológica, no consideramos la persona más idónea para representar un “Pensamiento Nacional” del cual adjuró apenas aceptó el nombramiento. Y esto es tan solo la continuación de la propuesta de escribas de menor cuantía, que proclaman “traicionar” el pensamiento de los Grandes Maestros en una Ordalía o acto propiciatorio de tal manera “superarlos y entrar en la modernidad”. También podríamos demoler los monumentos a los héroes de la independencia para solicitar nuestro ingreso a la Unión Europea.
Ahora descubrimos que los que fatigaron despachos en las administraciones de turno, para encontrar lugar entre los portadores de la litera del cónsul o magistrado del momento, son fiscales de la historia y de la Patria. Pero no con el desinterés de un Cincinato sino con la avidez de un cortesano. Incluso, los miembros del “Instituto” que presidía tan dignamente, algunos de trayectorias guadalosas e inquietantes, fueron incapaces de enviar una corona de flores a su funeral y solo días después de su muerte publicaron una mención en el obituario de los diarios. Cuando depositamos sus restos en la bóveda familiar en la ciudad de La Plata, tan solo dos de los integrantes del mismo - quienes fuimos sus más fieles colaboradores - acompañamos a su “hijo adoptivo”, Facundo Biagosch, en el último adiós.
Esta es la moneda con que pagan las almas impuras y los espíritus mezquinos. Alberto tenía ese magnetismo poderoso que orienta todas las agujas hacia el mismo norte, que en el fondo debe ser una acumulación de vida ultrapotente. Me lo imagino interrogando “¿Qué les pasa?”, agregando la palabra viril y argentina con la que los capitanes de la Reconquista y Defensa de Buenos Aires y los defensores de la Vuelta de Obligado llevaban sus soldados  a la muerte. Merecía el entierro de un César y aún espera a su Marco Antonio.
Quisiera tomar como propias las palabras de Octavio Amadeo al despedirse de Adolfo Alsina, otro arquetipo al que nos gustaba remontarnos: “Su muerte fue como el hundimiento en el mar de un buque insignia; poco después las aguas se aquietaron sobre lo irreparable, para probar una vez más cuán efímeros pasan los hombres por la vida”
El 5 de junio de 2014 llevamos su silencio al sonar de las campanas.
Buen viaje, amigo.


José Luis Muñoz Azpiri (h)

lunes, 14 de julio de 2014

Conferencia sobre las "Corrientes Historiográficas Argentinas"

El día Sábado 12 de julio se realizó en el Museo Juan Manuel de Rosas una conferencia sobre las distintas corrientes Historiográficas, características y momentos de desarrollo y esplendor.  Destacando la importancia del Revisionismo en su tarea de "revisar" la Historia Argentina y analizarla con "ojos Argentinos".  El compañero Julio R. Otaño fue responsable del mismo.