"Se dice: hay que ganar la calle. Pero si nosotros empleáramos a nuestros partidarios en ganar la calle, tendríamos que tener a todos los peronistas durante toda la vida en la calle, porque en cualquier momento pueden aparecer nuestros adversarios copándonos la calle. No se puede proceder así. La calle hay que tomarla de otra manera. Hay que coparla donde interesa y cuando interesa. Si vencemos allí en ese momento, nos hemos ahorrado todo un inmenso desgaste de fuerzas, de actividad, de tiempo".
"Seguros de la victoria, en lo único en que no hay que equivocarse es en el golpe. Hay que darlo en el momento oportuno y en el lugar oportuno, para que rinda sus efectos".
"Yo siempre digo, para encauzar a mis colaboradores dentro del principio de la economía de fuerzas: no hay que pegar todos los días. Hay que pegar cuando duele y donde duele. Es lógico. Es el principio de la economía de fuerzas en la lucha. ¿Para qué estar pegando todos los días? Al final el adversario no siente los golpes. Hay que esperar el momento, hay que elegir el lugar y hay que dar el golpe entonces. Pegar cuando duele y donde duele. Es una cuestión de tiempo y de lugar".

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